Chicos que se duplican y arquitectura viagra: El insondable universo de los subtítulos

Como buena cinéfila, yo veo todas las películas y series en versión original (en cuanto oigo un doblaje, salgo corriendo de la plataforma en cuestión) y, además, siempre que estén disponibles, pongo los subtítulos aunque domine perfectamente la lengua original, porque me molesta perderme una sola palabra. Lo malo es que, supongo que por deformación profesional, no puedo evitar leer los subtítulos aunque entienda lo que se está diciendo y es entonces cuando me encuentro con ciertas aberraciones ante las que no sé si reír o llorar. 

Según saben quienes me conocen, no me gusta "señalar" a mis colegas de profesión. Sé por experiencia que no siempre se respeta el texto que entregamos y, por tanto, no puedo estar segura de que los errores provengan de la traductora y no de la plataforma o distribuidora. Por otra parte, me consta que en el ámbito de la traducción cada vez se recurre más a la traducción automática, con la consiguiente bajada de tarifas y plazos para las traductoras "humanas" (que se convierten en algo que llaman eufemísticamente "post-editoras")... y la consiguiente pérdida de calidad. Sin contar que, en última instancia, la responsabilidad de la publicación o difusión de una traducción recae en quien la encarga, pues debería someterla a un control de calidad. Aclaro esto porque sólo daré los títulos de las pelis/series a las que aluda cuando se trate, no de errores concretos de traducción, sino de, por así decir, "decisiones de conjunto" que posiblemente haya tomado la plataforma o distribuidora encargada de la difusión.

Comentarios

Entradas populares de este blog

(Meta)cine sobre cineastas pioneras: "La espiral maravillosa", de Isabel Medarde

"La isla interior" y exterior de Dunia Ayaso y Félix Sabroso

De lobas, cabras y otras "animalas": Los límites a la resignificación feminista del lenguaje patriarcal