¿No que era «el año de las mujeres»?: Premios Goya 2023
(Publicada en el blog de JCruz Servicios Lingüísticos el 14-02-2023)
Siempre bromeo con que, para ser cineasta de éxito en España, hacen falta dos condiciones: 1) Ser hombre, y 2) Tener un apellido cuatrisílabo (Almodóvar, Amenábar, Aranoa o… Sorogoyen). Broma que nuevamente se ha materializado como realidad en esta edición de los Goya.
Pero en realidad de broma tiene poco. De hecho, acabé muy frustrada porque se había repetido hasta la saciedad que éste era «el año de las mujeres» y al final pasó lo de siempre: el cuatrisílabo de turno arrasó con todo. En términos de nominaciones, sí era el «año de las mujeres»: por primera vez en la historia había total paridad en las nominaciones a los premios «importantes» (60% en Mejor Película y 50% en las categorías de Mejor Dirección, incluida la «normal» y la novel)… pese a que las mujeres sólo dirigen el 20% de los largometrajes de ficción que se producen en España, señal de que sus películas son por lo general mejores… ¡¡Y les ha ido peor que cuando estaban peor representadas!! ¿Se habrán sentido amenazados los señoros y por eso han tenido que demostrar que el coto sigue siendo suyo, además con películas en las que, hasta donde puedo ver sin haberlas visto, casi no hay mujeres (As bestas y Modelo 77)? Creo que Susi Sánchez, que recibió uno de los primeros premios de la noche (Mejor Actriz de Reparto por Cinco lobitos), ya se lo temía y por eso lanzó ese magnífico discurso sobre las «pocas puertas» que todavía se les abren a las mujeres en el cine. (Se puede escuchar el discurso aquí.)
🌐🌐 Dije arriba que las películas de autoría femenina son por lo general «mejores» que las de autoría masculina. Esto no tiene que ver con ninguna presunta superioridad de las mujeres en cuanto a talento cinematográfico o de otro tipo (para mí, mujeres y hombres son iguales en capacidades intelectuales y artísticas), sino a sus circunstancias. Las mujeres tienen muchas más dificultades que los hombres para conseguir financiación, por lo que los proyectos que la reciben son forzosamente mejores que los de los hombres, a quienes la financiación se les concede con mucha más magnanimidad. Por otra parte, debido a todos los obstáculos que les impone el patriarcado, suelen iniciarse más tardíamente en la dirección, de tal manera que, cuando por fin logran dirigir, han pasado por muchos otros «oficios» dentro del mundo del cine y tienen, por tanto, más rodaje. Con ello no pretendo insinuar que sea «bueno» que se topen con tantos obstáculos: la verdadera igualdad se alcanzará, como en todos los ámbitos, cuando las mujeres hagan tantas películas mediocres como los hombres sin ser crucificadas por ello. 🌐🌐
He empezado esta entrada quejándome del «arrasamiento» de Rodrigo Sorogoyen. Vaya por delante que todavía no he visto As bestas (no ha llegado a las plataformas, que es donde único puedo ver cine debido a mis limitaciones físicas)… Ahora bien, sí vi (y en el cine, además) El reino, también multipremiada, y me pareció un auténtico pestiño (tampoco me gustó Madre, aunque ésa no recibió ningún premio), y tengo fresco aún el recuerdo de la que arrasó el año pasado (El buen patrón, de otro cuatrisílabo, Aranoa), que me pareció penosa, además de ofensiva hacia las mujeres y la clase obrera en general. En todo caso, no puedo pronunciarme sobre su calidad y no quiero prejuzgar. También me faltan por ver, por el mismo motivo, Modelo 77 de Alberto Rodríguez, la otra gran ganadora de la noche, Cerdita de Carlota Pereda y La maternal de Pilar Palomero. En el análisis que sigue asumiré que tanto As bestas como Modelo 77 son estupendas películas… e intentaré dilucidar el porqué de su superávit de premios en comparación con las dos de autoría femenina con más nominaciones, Cinco lobitos de Alauda Ruiz de Azúa y Alcarràs de Carla Simón. (Lo suyo sería esperar a verlas todas para escribir este artículo, pero para entonces, dentro de un mes, todo el mundo habrá olvidado ya los Goya.)
🟣 Pero primero unos apuntes sobre las películas de autoría femenina:
🌐 Cinco lobitos me pareció una película sencillamente perfecta y estoy segura de que, aunque me gusten las que todavía no he visto, seguirá teniendo mi predilección absoluta. De hecho, fue la única película de autoría femenina que se llevó algo: los dos premios a Mejor Actriz (protagonista y de reparto) y el de Mejor Dirección Novel (por sexto año consecutivo lo gana una mujer, otra evidencia de lo que digo arriba). Por su parte, Cerdita conquistó el de Mejor Actriz Revelación para Laura Galán. No es tampoco casualidad, por cierto, que los premios a mejores actrices suelan recaer en películas de autoría femenina: las cineastas suelen crear personajes femeninos más redondos, más profundos y más creíbles (menos estereotipados y sexualizados, vaya) que sus compañeros varones… y ello permite que las actrices den lo mejor de sí mismas.
🌐 Por lo que respecta a Alcarràs, aunque confieso que no me fascinó (pero éste no es el lugar para explicar los porqués), me resultó incomprensible que haya sido la elegida por la Academia para representar a España en los Óscar… ¡¡y se haya ido de vacío en los premios que concede esa misma Academia!! ¿Acaso era maravillosa hace tres meses y ya no? (Empiezo a pensar que, como los de la RAE, los caminos de la Academia de Cine son inescrutables.)
🌐Y un último apunte, éste sobre la categoría Mejor Largometraje Documental. Había dos grandísimos dirigidos por mujeres y sobre mujeres: A las mujeres de España: María Lejárraga de Laura Hojman y El sostre groc de Isabel Coixet. Personalmente, no habría sabido elegir entre los dos, aunque se lo habría dado a Hojman porque Coixet tiene ya varias estatuillas. Me dirán que el ganador, Labordeta, un hombre más, está codirigido por una mujer (Paula Labordeta junto con Gaizka Urresti). Vale, sí… Pero es sobre un hombre, maravilloso y todo lo que quieran, pero hombre al fin, y que en vida recibió todo el reconocimiento que le fue negado, por ejemplo, a María Lejárraga.
🟣Y ahora sí la comparación entre las dos películas masculinas multipremiadas y las dos femeninas que deberían haberlo sido. Reitero mi premisa de que, como no he visto las dos primeras, no puedo comparar calidades, sino sólo otros elementos, aquéllos que saltan a la vista aun sin ―valga el juego de palabras― haberlas visto. Y son:
🌐 As bestas y Modelo 77 están todavía en cines, por lo que la lluvia de premios contribuirá con toda seguridad a engordar aún más la taquilla, que es al fin y al cabo lo único que parece que cuenta. En cambio, Cinco lobitos y Alcarràs se estrenaron «hace muchísimo tiempo», por lo que imagino que se consideran ya «amortizadas» (aunque las repusieran gracias a los premios recibidos, el impacto sería menor que para las que han seguido ininterrumpidamente en cartel).
🌐 As bestas y Modelo 77 cuentan con presupuestos mucho mayores, lo cual no es ninguna sorpresa: como promedio, los presupuestos de las películas de autoría masculina son el doble de los de autoría femenina. Y los mayores presupuestos se traducen en más personajes, más vistosidad y (¿sobre todo?) más parecido con el cine hollywoodense, que, por lo que parece, sigue siendo el baremo por el que se miden las demás filmografías del mundo mundial. Sin contar que, a mayor presupuesto, más promoción, porque las productoras tienen más dinero que recuperar. Y, a más promoción, más taquilla. En concreto, As bestas tiene una formidable campaña de marketing detrás: prácticamente no hay día en que no me salga publicidad sobre ella en mi sección de noticias de Facebook, en la que se me indica el número de espectadorEs (las espectadorAs somos invisibles) casi uno por uno.
🌐 As bestas y Modelo 77 son películas casi enteramente protagonizadas por hombres. Sé que en As bestas hay una mujer coprotagonista, pero en todos los fotogramas que veo «por ahí» sólo aparecen hombres, y Modelo 77 se desarrolla en una cárcel de hombres. En contraste, en Cinco lobitos el protagonismo es casi enteramente femenino, aunque haya un esposo-padre-abuelo con bastante presencia en pantalla (magistralmente interpretado por Ramón Barea, quien también habría merecido un premio) y un esposo-padre que se ausenta de sus responsabilidades. No es el caso, sin embargo, de Alcarràs, donde el protagonismo está bastante repartido entre mujeres y hombres, y, aunque sean éstos los que «manejan el cotarro» (la familia mantiene unos roles sexuales muy tradicionales), tal vez haya demasiadas mujeres para el gusto de ciertos señoros, que sólo las quieren en pantalla cuando son objetos sexuales… lo cual no es el caso aquí.
🌐 He dejado para el final el que me parece el motivo determinante para el ninguneo de las dos películas de autoría femenina: la temática. As bestas y Modelo 77, con todas sus diferencias, hablan de conflictos sociales y/o políticos y lo hacen, además, con mucha violencia. Y éstos son los temas que siguen considerándose universales, porque tradicionalmente los han abordado los hombres y porque la violencia siempre ha estado en sus manos. En cambio, Cinco lobitos y Alcarràs son películas que se desarrollan en el ámbito familiar, en el primer caso una familia nuclear (más el esposo-yerno) y en el segundo una familia extensa. De hecho, Alcarràs también lleva a cabo una denuncia político-social y contiene mucha violencia implícita (tanto socioeconómica como machista), pero, como dicha violencia es denunciada y no ensalzada, y como no hay puñetazos ni tiros, tal vez resulte menos «vistosa» para los señoros de la Academia.
Y Cinco lobitos directamente no encaja en las temáticas llamadas «universales», porque habla de mujeres, de cuidados y de roles sexuales, con una dura crítica a estos últimos. La crítica la ha tildado alegremente como película sobre la maternidad, cuando es mucho más que eso (y, aunque fuera «sólo» eso, ello no le quitaría ningún mérito). Y aquí no puedo evitar mencionar una discusión que se planteó en un grupo de cine de Facebook. Una mujer señaló que se había sentido totalmente identificada con la protagonista en su situación de madre primeriza. Un hombre le contestó que, aunque a él le interesan los «temas de mujeres«, la película no le había gustado. ¿¿»Temas de mujeres»?? De acuerdo, la maternidad estrictamente biológica (embarazo, parto y lactancia) lo es, pero el nacimiento de una bebé debería implicar también a los padres. Por otro lado, como dije, no es sólo sobre maternidad: yo no soy madre, y no pude «identificarme» con esos problemas de la protagonista (sí, en cambio, con su estrés como traductora, sujeta a plazos y obligada a aceptar encargos no sólo por los ingresos, sino porque los rechazos suelen ser «castigados» a futuro). Pero me identifiqué, y de una manera total y absoluta, con su papel como hija (para mí, es sobre todo una película sobre la hijidad). De ahí que le preguntara al tipo de Facebook: «¿Tampoco has sido hijo?» (no me respondió). Porque, salvo en el caso de huérfanos criados en orfanatos, todos los hombres tienen o han tenido familias. Pero da igual: como ellos no se suelen implicar en los cuidados, les sigue pareciendo que «la familia» es un tema «femenino», con todas las connotaciones negativas que ello conlleva.
Y lo que iba a ser un simple análisis de unos premios de cine ha terminado convirtiéndose en un análisis sociológico del machismo que continúa impregnando nuestra sociedad y de los valores «masculinos» que continúan determinando qué es buen arte y qué no lo es. En suma, un panorama desolador, más allá de la circunstancia concreta que me ha motivado este artículo.
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